PARTE 1: Conocimientos teóricos

La estrategia de diversidad e inclusión de la Comisión Europea establece un objetivo de aceptación de la diversidad, rechaza la discriminación e insta a garantizar la igualdad de oportunidades. (Fig.1) Sin embargo, a pesar de ser una sociedad multicultural y de contar con una importante trayectoria en materia de educación inclusiva y diversidad, parece que todavía existen algunas dificultades para trasladar eso a las aulas (Carballo, 2009), y el profesorado es y puede ser el verdadero actor del cambio.

Fig. 1  Estrategia de diversidad e inclusión de la Comisión Europea

 

Muchos teóricos críticos sostienen que la enseñanza es un acto político. La política de la enseñanza implica el ejercicio de la conciencia crítica en un proceso de toma de decisiones sobre qué enseñar y cómo enseñar (Freire, 1995; Hooks, 1994; McLaren 2003).

Dado que el profesorado forma parte de nuestra sociedad, es inevitable que tenga estereotipos y prejuicios, algunos de los cuales puede que ni siquiera se dé cuenta o reconozca. Estos pueden ser la discriminación racial, los roles de género y los estereotipos culturales, entre otros. Según las investigaciones, el profesorado que tiene prejuicios relacionados con la diversidad, tiene más dificultades para enseñar en un aula multicultural de forma efectiva (Vranješević), o para proporcionar EI. Flores y Smith sugieren que el profesorado debe pasar por el difícil proceso de reflexionar sobre sus propios sentimientos y actitudes, con el fin de proporcionar a los niños una educación libre de prejuicios (Higgen, Mo¨sko 2020). Es importante que el profesorado también sea consciente de que la llamada perspectiva daltónica, que considera irrelevantes los antecedentes culturales, raciales y étnicos, y asume que tratar a todos los individuos por igual borrará los problemas de inequidad e injusticia (Guo, Jamal , 2006) no es la solución. La mayoría de las veces, conduce a un aumento de la brecha y se aleja de la inclusión real.

 

De hecho, otro de los retos, y probablemente el más frecuente, al que se enfrentan y que también apoya lo anterior es la falta de recursos y de formación para trabajar eficazmente en un aula diversa y proporcionar EI. En muchos casos, las restricciones financieras dificultan la posibilidad de garantizar el mejor entorno para la inclusión. Sin embargo, la investigación muestra que los profesores reconocen los retos que presenta un aula diversa y, respectivamente, su necesidad de obtener herramientas y formación para trabajar con eficacia. (Carballo, 2009). Es importante señalar que existe una brecha entre la formación inicial que se proporciona a los futuros profesores y la necesaria para abordar dichos retos y el entorno en constante desarrollo.  Además, el profesorado necesita ajustar su estilo de enseñanza cuando se enfrenta a un aula diversa, ya que en algunos casos se espera que siga el plan de estudios y, al mismo tiempo, enseñe una nueva lengua a algunos alumnos. Según las entrevistas realizadas a los profesores, esto, unido a la necesidad de proporcionar tiempo extra a algunos de los nuevos alumnos inmigrantes mientras el resto trabaja de forma independiente, repitiendo la misma información o teniendo que explicar de forma diferente, puede ser percibido por los compañeros del niño como un "trato especial" y convertirse en motivo de burla o acoso. En general, hay que mantener un delicado equilibrio.