1.1.4 Material metodológico: Los retos de la inclusión en el ámbito escolar

Superdotación

Cada año escolar comienza con la planificación y la organización. Profesores, padres y alumnos hacen un plan y tratan de estimar cómo va a transcurrir el curso escolar. Sin embargo, hay un grupo de alumnos que probablemente llamará menos la atención de lo habitual y son los superdotados. Aquellos que son talentosos, creativos e innovadores y, al mismo tiempo, inexplicablemente ignorados en su necesidad de aprender de una manera particular.

Los alumnos superdotados aprenden de maneras diferentes y más avanzadas que los alumnos normales. El aprendizaje consiste en convertir la información en conocimiento, que luego se elabora, descompone o reorganiza de diversas maneras. Los alumnos superdotados aprenden más en un periodo de tiempo determinado que otros compañeros. También se forma un conocimiento más amplio, detallado y diferenciado de un tema. Además, estos alumnos no basan sus conclusiones en afirmaciones explícitas, que es lo habitual, sino en pruebas y razonamientos. La combinación de conocimientos de más de una fuente conduce a una teoría intuitiva, que no es necesariamente correcta, pero el niño superdotado también es capaz de validar sus nuevos conocimientos, modificarlos en consecuencia o rechazarlos si son erróneos.

Si se considera la superdotación desde el punto de vista de su manifestación en el aula, podemos identificar a los niños superdotados verbales, que sacan conclusiones sobre la dirección de la enseñanza y dejan al profesorado y a sus compañeros con la impresión de que se adelantan a lo que ocurre en el aula, y a los niños superdotados visuales-espaciales, que formulan conceptos más laterales o creativos, que a menudo son inesperados y cuestionan el proceso o el enfoque de la enseñanza. Estos estudiantes -los superdotados visuales-espaciales- no suelen tener éxito académico ni social, es decir, suelen entrar en la categoría considerada como doblemente excepcional.