PARTE 1: Conocimientos teóricos

En un pasado no muy lejano, la educación de los niños con discapacidades se llevaba a cabo en escuelas especiales que, independientemente de los beneficios potenciales, solían llevar y siguen llevando (en los lugares donde existen) un aura de estigma y aislamiento, además de suponer un mayor coste para la comunidad. Las escuelas de educación general son más baratas y están disponibles a nivel local. Sin embargo, prepararlas para impartir una educación inclusiva es una empresa complicada.

Lo que significa básicamente la educación inclusiva es educar a los alumnos con necesidades educativas especiales en entornos educativos normales. Ciertamente, la educación inclusiva no se limita a la colocación. En realidad significa facilitar la educación de estos alumnos con un complejo paquete de disposiciones, que incluyen la adaptación del plan de estudios, métodos de enseñanza adaptados, técnicas de evaluación modificadas y disposiciones de accesibilidad. En resumen, la educación inclusiva es una estrategia con múltiples componentes. (Suleymanov, 2015)

Para ir un poco más allá, al hablar de la educación inclusiva (EI) de los niños con discapacidad, las directrices políticas de la UNESCO justifican tres razones principales para apoyar la EI. Según la primera justificación la EI tiene como objetivo desarrollar formas de enseñanza que respondan a las diferentes necesidades para que todos los niños puedan aprovechar el proceso en el aula. La segunda justificación social afirma que la EI es un excelente instrumento para cambiar las actitudes hacia la diversidad y formar la base de una sociedad no discriminatoria y sin prejuicios. La tercera justificación económica afirma que la EI es rentable: es más barato establecer y mantener escuelas que eduquen a todos los niños juntos que crear un sistema complejo de diferentes tipos de escuelas especializadas en diferentes grupos de niños (UNESCO, 2009).

 

Los principios internacionales de la educación inclusiva se definen en la Declaración y el Marco de Acción de Salamanca (UNESCO, 1994):

1. El principio rector que informa este Marco es que las escuelas deben acoger a todos los niños independientemente de sus condiciones físicas, intelectuales, sociales, emocionales, lingüísticas o de otro tipo;

2. La educación para necesidades especiales incorpora los principios probados de una pedagogía sólida de la que todos los niños pueden beneficiarse;

3. El principio fundamental de la escuela inclusiva es que todos los niños deben aprender juntos, siempre que sea posible, independientemente de las dificultades o diferencias que puedan tener;

4. Dentro de las escuelas inclusivas, los niños con necesidades educativas especiales deben recibir cualquier apoyo adicional que puedan necesitar para garantizar su educación efectiva;

5. Debe prestarse especial atención a las necesidades de los niños y jóvenes con discapacidades graves o múltiples;

6. Los planes de estudio deben adaptarse a las necesidades de los niños, y no a la inversa;

7. Los niños con necesidades especiales deben recibir apoyo educativo adicional en el contexto del plan de estudios ordinario, no un plan de estudios diferente.